"A partir de ahora, en este
momento, te pido que seas el Buda. Te pido que permanezcas quieto,
absolutamente firme en tu intención de despertar a la Verdad de tu Ser.
Esto es lo que el Buda hizo. Él no
dijo: "Lo intentaré". Él no dijo: "Espero encontrar la
Verdad". Él no dijo: "Haré lo que pueda". No dijo: "si no
en esta vida, quizás en la próxima vida". Llegó a un punto donde él no
buscaba a nadie que le dijera la Verdad o le mostrara la Verdad. Llegó a un
punto en que asumió todo por sí mismo. Se sentó solo bajo el Árbol Bodhi y
prometió no abandonar hasta que la Verdad fuera realizada.
El poder de esta intención tan
simple, pero inquebrantable y la actitud absoluta de ser liberado en esta vida
lo impulsó a despertar al simple hecho de que él y todos los seres ya están
liberados —que todos los seres son la libertad misma. Pura conciencia
despierta.
El Buda no era diferente de ti. No
diferente. Es por eso que sirve como un buen modelo, porque él era lo que tú
eres ahora. Así que no adores al Buda. No le pongas en un pedestal. Ni siquiera
lo admires. Conviértete en él. Ten las mismas intenciones, toma la misma
postura. ¡Sé el Buda ahora! Pon fin a toda dilación, a todas las excusas, a
todas las reverencias ante las figuras santas del pasado o del presente. ¡Ponte
de pie!
¡Tú eres el Buda! ¡Eres la libertad
misma! ¡Deja de soñar tu sueño! ¡Deja de fingir que estás en cautiverio —deja
de contarte esa mentira! ¡Deja de fingir que eres alguien, o algo! Tú eres
nadie, tú eres nada! Tú no eres este cuerpo ni esta mente. Este cuerpo y esta
mente existen en quién y lo que tú eres. Eres consciencia pura, ya libre,
despierta, y liberada. Ponte de pie y sal de tu sueño. Estoy aquí para decirte
que puedes hacer esto.
Sal del sueño de tus conceptos e
ideas. Sal del sueño de lo que imaginas que la iluminación es. Sal del sueño de
quien crees que eres. Sal del sueño de todo lo que siempre has conocido. Sal
del sueño de ser una persona engañada. Deja de decirte a ti mismo esas mentiras
y soñar esos sueños. Sal de todo eso. Puedes hacerlo. Nada te detiene. No hay
requisitos ni prerrequisitos para despertar. No hay nada que deba ser hecho,
nada que pensar, ningún sitio a donde ir.
Simplemente deja todos los sueños.
Deja todas las acciones. Deja todas las excusas. Simplemente párate y quédate
quieto. Permanece sin esfuerzo. La Gracia hará el resto.
En cada momento de aquí en adelante,
ten la intención de experimentar directamente la Verdad, tu verdadero Ser
liberado. No pienses acerca de la Verdad —directamente vuelve a tu experiencia
aquí, ahora, de instante en instante. Experimenta la Verdad. Experimenta tu
Ser. Sumérgete en tu experiencia. ¡Tu experiencia! Tu experiencia de oír, de
ver, de gustar, de respirar, de los latidos de tu corazón, de tus pies tocando
el suelo, de los pájaros, del viento.
Experimenta la inmensidad de lo que
eres. Experimenta la libertad de quien eres. Tú eres el Buda – experimenta eso.
Tú eres el Buda."
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